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Nombre del autor:Comunicaciones Jennifer Pedraza

¿Y la progresividad tributaria para empresas?

Diego Cortés Valencia*

Esta semana inició la discusión de la reforma tributaria en el Congreso. Son varios cambios que ya el Gobierno aceptó de su propuesta inicial, como dejar por fuera del impuesto a algunos alimentos procesados, dejar beneficios para inversiones en Ciencia y Tecnología, apoyos al sector cafetero y también se está ajustando la tarifa a los dividendos. Sin embargo, un tema crucial sigue sin ser incluído en los cambios: la tarifa diferencial de renta para micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes).

El actual impuesto de renta para empresas es regresivo. Es una tarifa plana del 35%, que cobra igual tanto a pequeñas como a mega empresas, y por la estructura de beneficios tributarios del país son las pequeñas las que terminan pagando más. Una nueva estimación del Ministerio de Hacienda (2022), muestra que las empresas pequeñas pagan una tarifa efectiva de tributación del 31,3%, mientras las grandes pagan una tarifa de 23,8%. Estos resultados concuerdan con análisis semejantes, como los de Garay y Espitia (2019), donde las pequeñas pagan una tarifa mucho mayor que las empresas más grandes. En todo caso, se alejan de valoraciones que hablaban de tarifas efectivas de más del 70%, como la del cuestionado Doing Business (Banco Mundial, 2021), porque incluyen valores que no corresponden a impuestos o que, de entrada, “lo terminan pagando los consumidores” y “obviando el hecho de que los aportes a seguridad social son costos que afectan las utilidades y que, por ende, no tienen por qué sumarse en la carga tributaria” (Ministerio Hacienda, 2022).

Cuando el Ministerio calcula la tarifa efectiva con la reforma tributaria propuesta, la regresividad se mantiene. A las pequeñas se les mantiene el impuesto de 31,3%, mientras a las grandes sube al 29%. La solución a esto ya se ha planteado por ACOPI y es una tarifa diferencial de renta acorde al tamaño de las empresas o de su nivel de utilidades.

Las MiPymes representan el 99% del tejido empresarial del país, generan el 80% del empleo formal y aportan el 35% del PIB nacional (ACOPI, 2022). Dotar al sistema de un esquema progresivo para las empresas redundará en mayor justicia tributaria, y promoverá el fortalecimiento de las empresas nacionales. Esto debe ser un propósito de país.  El Gobierno y el Congreso deben abrir espacio para valorar las propuestas de impuesto diferencial que han sido radicadas por congresistas de partidos políticos de todos los espectros ideológicos.

Referencias

ACOPI. (2022). Propuesta de progresividad en el Impuesto de Renta a personas jurídicas. En el marco del Proyecto de Ley 1187/2022C: “Reforma Tributaria para la igualdad y la justicia social”.

Banco Mundial. (2021). El Grupo Banco Mundial dejará de elaborar el informe Doing Business.

Garay, L. J., & Espitia, J. E. (2019). Dinámica de las desigualdades en Colombia. En torno a la economía política en los ámbitos socio-económico, tributario y territorial. Desde Abajo.

La Silla Vacía. (2022). Las cartas secretas de Ocampo en la negociación de la tributaria. Tomado de: https://www.lasillavacia.com/historias/silla-nacional/las-dos-cartas-secretas-de-ocampo-en-la-negociacion-de-la-tributaria/

Ministerio de Hacienda y Crédito Público. (2022). Precisiones sobre la Tasa Efectiva de Tributación empresarial en Colombia.

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Dignidad y Compromiso

Desalinearnos

Esta semana el Secretario de Estado de EE.UU, Anthony Blinken, visitó Colombia en el marco de una gira por el hemisferio occidental que se completa con la visita a Chile y Perú. El motivo: mantener y fortalecer la condición de Sur América como patio trasero de la potencia del norte.

Claro está que el discurso de Biden y Blinken dista de ser agresivo en la región y en esta visita. Guiada por la zanahoria en vez del garrote, la diplomacia del departamento de Estado busca acercar a los tres gobiernos más nuevos de la región, todos con orígenes menos estrechos a las élites locales y mayores distancias -no necesariamente contradicciones- frente a lo que ha sido la política bilateral dictada desde EE.UU. Las distancias se marcan por las agendas de estos gobiernos, por sus discursos -aunque puedan no ser más que buenos discursos- y por los saludos ponderados del Departamento de Estado a las victorias de los tres gobiernos, menos calurosos que los correspondientes a las victorias de Duque y Piñera.

Blinken vino a Sudamérica con alguna urgencia por mantener la influencia sobre el continente y evitar que estos tres países separen sus agendas de las de EE.UU. La visita ocurre en un contexto de aumento de la agresividad de dicho país frente a los Estados que califica como la mayor amenaza para sus intereses: Rusia y China. Ocurre tras la provocación de EEUU. y la OTAN a Rusia, en la que está última mordió el anzuelo e invadió a Ucrania; posterior a la peligrosa y amenazante visita de Nancy Pelosi a territorio chino, secundada por el G8, que rompió con una tradición diplomática cristalizada por la Resolución 2758 de 1971 de las Naciones Unidas mediante la que internacionalmente se reconoce a una sola China; después la intervención militar en Kabul de un dron de la CIA, violando de los acuerdos de Doha entre EEUU y Afganistán a menos de un año de la retirada de las tropas estadounidenses de ese país; entre otras.

También hacen parte del paisaje los guiños de China y Rusia al gobierno Petro y qué la potencia asiática sea la principal socia comercial de Chile y Perú desde varios años atrás, desplazando a EE.UU. Y no se puede pasar por alto que, aunque haya bastante incertidumbre, es probable que en Brasil Lula derrote a Bolsonaro y este país se sume a la lista de gobiernos alternativos en la región, escenario que años atrás le significó reveses a EE.UU. como la caída del ALCA. Ni qué decir de los múltiples ejercicios militares de EE.UU. y las dos coreas con misiles. En suma, la tensión global está en un nivel de gran alteración.

El cuadro anterior debe poner a pensar a los presidentes Petro, Castillo y Boric. O se coordina un bloque regional que impulse la no alineación en el marco de la escalada y cada vez más incendiada disputa de EE.UU. con China y Rusia, o siguen el camino de la subordinación. El primer escenario es el único camino para preservar la paz en el mundo y hacer frente a la tradición imperialista. Es, además, el camino para defender con coherencia una política internacional distinta en la fracasada lucha contra las drogas y una política conjunta contra el cambio climático. En este escenario se pueden encontrar con gobiernos alternativos elegidos democráticamente como los de México, Argentina, Bolivia y Honduras -ojalá Brasil-, entre otros.

El segundo escenario pone en riesgo la integridad del continente y favorece al escalamiento de las graves tensiones que vive el mundo. Por lo mismo, el llamado es a la no alineación y la construcción de una apuesta colectiva desde la región.

Para que el discurso de Petro en la ONU sea coherente, el camino es el primer escenario. Este sólo se puede transitar si la defensa de la Amazonía es con soberanía, sin militarización extranjera del territorio nacional y sin invitar al bando de la OTAN a operar en el pulmón del mundo.

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¿De dónde viene la reforma tributaria?

Carlos Acero*

Le queda mal a un gobierno de izquierdas o alternativo validar sus iniciativas usando de referencia a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico -OCDE- o cualquier otra organización financiera internacional. La OCDE, semejante al Fondo Monetario Internacional –FMI- y al Banco Mundial -BM-, hace parte de la estructura internacional de organizaciones de corte neoliberal que el mandato popular rechazó en las últimas elecciones presidenciales. Ahora bien, siempre he sostenido que la OCDE opera de manera mucho más sofisticada en comparación a otras organizaciones internacionales[1].

Aunque poco se estudie -incluso en la izquierda- hay que entender las diferencias entre las formas de operar de cada organización. Si bien no nacieron con ese objetivo, el BM  y el FMI implementaron los Planes de Ajuste Estructural para constreñir a los países no desarrollados. A cambio de recursos económicos –usualmente mediante crédito-, le exigían a estas naciones reformas estructurales de corte neoliberal, que implicaban reducción del gasto público y de la participación del Estado en la economía, privatizaciones, aumento del endeudamiento, entre otras[2]. La evidencia demuestra que, contrario a ser planes para el crecimiento del mundo subdesarrollado, perjudicaron a las naciones que los implementaron[3].

A pesar de ser prima de las anteriores[4], la OCDE no funciona a través de constreñimiento mediante recursos. Esta organización, en términos generales, actúa mediante coincidencias ideológicas. La excepción a la regla ocurre cuando un país, usualmente no desarrollado, realiza su proceso de ingreso a la organización, proceso que transitó Colombia y donde el constreñimiento sí existe.

Por esos días Colombia firmó, sin posibilidad alguna de disentir en una coma, siete tratados internacionales; adoptó mecanismos de privatización blandos como sacar a delegados del gobierno de juntas directivas de empresas públicas o mixtas; promovió políticas públicas para financiar la educación vía Icetex ; echó para atrás el control de precios a los medicamentos, condición impuesta por las grandes farmacéuticas y el gobierno de EE.UU.; entre otros. Por lo mismo, sigo sosteniendo que Petro cometió un grave error al votar a favor del ingreso de Colombia a la OCDE.

Ahora bien, tras el ingreso del país a la OCDE el constreñimiento se reduce y la adopción de parámetros pasa a depender de la identidad ideológica. Desde entonces sí es posible hablar de meras recomendaciones, así muchas de esas no nos gusten. A ello se suma que la OCDE constantemente realiza apreciaciones sobre las iniciativas de los países, saludándolas o no, sin que ello tenga mayores consecuencias.

En estos días la OCDE saludó la propuesta tributaria de Petro y Ocampo. A diferencia de las reformas tributarias de Duque[1], la de Petro y Ocampo no fue redactada por las organizaciones internacionales neoliberales. La exposición de motivos de la reforma actual tampoco indica, como aquellas, que ese sea su origen y el contenido integra sendos temas que coinciden con valoraciones de sectores que no acompañaban al gobierno Duque, empezando porque no toca el IVA.

De manera semejante, como precisó el economista Diego Cortés[2], en 2020 la bancada opositora al gobierno de Duque, incluyendo a Dignidad, presentó una reforma tributaria que proponía incrementar impuestos a los dividendos, establecer un impuesto al patrimonio y eliminar beneficios tributarios[3]. Estos elementos de la reforma son evidentemente progresistas, necesarios para avanzar en una agenda de desarrollo nacional, y sobre todo afines a la idea de financiar al Estado colombiano cada vez más con impuestos directos. Que en otros momentos el FMI haya coincidido con incluir estos elementos no quiere decir que la reforma haya sido escrita por éste, ni que estos sean incorrectos, y mucho menos que la bancada opositora -en ese momento- hubiese cedido su pluma a los funcionarios del FMI.

Muchas cosas se pueden criticar de esta reforma desde posiciones de izquierda. Por lo mismo, la Representante a la Cámara Jennifer Pedraza ha presentado quince proposiciones para modificar o eliminar lo inconveniente de la reforma, por ejemplo, incluir tarifa de renta diferencial para personas jurídicas.

La reforma viene de economistas del Ministerio de Hacienda, la mayoría no ortodoxos. Ensucia el debate, el riguroso y honesto, señalar que el saludo de la OCDE a la tributaria es igual a adoptar el contenido neoliberal que promueve dicha organización o que provenga de allá.

[1] Comisión de expertos OCDE – DIAN durante gobierno Duque: https://www.dian.gov.co/dian/Paginas/OCDE-CEBT.aspx

[2] Ver: https://twitter.com/DiegoCortesV/status/1567404602584186880

[3] “Por medio de la cual se modifica el decreto ley 568 de 2020 “por el cual se crea el impuesto solidario por el covid 19, dentro del estado de emergencia económica, social y ecológica dispuesto en el decreto legislativo 417 de 2020”.” Disponible en: https://www.camara.gov.co/impuesto-solidario-covid-19

[1] Acero Castellanos, Carlo Mario. OCDE : herramienta de distribución de recursos en la globalización neoliberal : el caso de la reforma a la educación superior en Colombia. Repositorio Institucional Séneca, Universidad de los Andes. 2018.

[2] CHANG, Ha-Joon. Economía para el 99% de la población. Barcelona: Editorial DEBATE, Penguin Random House Grupo editorial. 2015. p. 94.

[3] Ibídem.

[4] OCDE. A strategy for enlargement and outreach. Report by the Chair of the Heads of Delegation Working Group on the Enlargement Strategy and Outreach, Ambassador Seiichiro Noboru. 2004. p 10.

[5] Comisión de expertos OCDE – DIAN durante gobierno Duque: https://www.dian.gov.co/dian/Paginas/OCDE-CEBT.aspx

[6] Ver: https://twitter.com/DiegoCortesV/status/1567404602584186880

[7] “Por medio de la cual se modifica el decreto ley 568 de 2020 “por el cual se crea el impuesto solidario por el covid 19, dentro del estado de emergencia económica, social y ecológica dispuesto en el decreto legislativo 417 de 2020”.” Disponible en: https://www.camara.gov.co/impuesto-solidario-covid-19

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